México ganó el mundial División III en Querétaro 

La Selección Mexicana ha logrado mantenerse a lo largo de los años como el único combinado latinoamericano en la clasificación de la Federación Internacional de Hockey (IIHF). Sin embargo, descensos consecutivos en los mundiales del 2023 y 2024, los mandaron por primera vez en su historia a la División III B.

Es por eso que el campeonato obtenido en el último mundial celebrado en Querétaro, le dieron a sus jugadores una gran satisfacción de coronarse en su propia casa, pero al mismo tiempo la esperanza de que un cambio generacional puede llevarlos a horizontes más brillantes en el futuro. NHL.com pudo platicar con integrantes del equipo ganador sobre sus experiencias durante el torneo y lo que esperan con esta selección.

México logro su primer final invicto en un campeonato mundial desde el 2005, cuando pudieron coronarse en casa en la División III. En aquel torneo celebrado en la Pista de Lomas Verdes, Alfonso de Alba de entonces 20 años de edad, guio a su escuadra al triunfo aceptando apenas dos goles en cuatro partidos.

Ya con 40 primaveras cumplidas y en el que posiblemente sea su último mundial, De Alba volvió a brillar en este 2025, recibiendo apenas 10 tantos en cinco partidos disputados. Con más de 20 mundiales en su currículo, el arquero no tenía contemplado regresar a la actividad para este campeonato.

“El año pasado los entrenadores me contactaron para pedirme que regresara”, comentó Alfonso. “Les dije que mientras existiera un buen proyecto y el equipo estuviera bien entrenado, lo haría con mucho gusto”.

Y fue así como de Anda junto Fernando Ugarte, quien también superan los 40 años de edad, ofrecieron su experiencia para un equipo que también contaba con Héctor Majul, el mejor jugador en la historia de México y líder goleador de este último torneo. Sin embargo, esta escuadra también dio la oportunidad para que jugadores más jóvenes como Gonzalo Hágerman o Jack Rullán, empezaran a tomar un rol más prominente.

Hágerman tuvo un camino interesante rumbo a este torneo, decidiendo retirarse del hockey internacional hace tres años para enfocarse en su futuro como estudiante de medicina. El ex jugador de Bowdoin College en la NCAA, tuvo que hacer muchos tramites con su universidad y el hospital donde realiza su internado para poder representar de nuevo a su país.

“No me avisaron hasta un día antes de irnos a Querétaro si es que iba a poder jugar”, declaró Gonzalo. “Fue un gran impulso de ánimo y por eso llegué muy inspirado al mundial”.

Hágerman contó además con la satisfacción de hacer el ultimo gol mexicano en el torneo, durante la paliza de 9-2 ante Corea del Norte. Pero su aporte como defensa fue invaluable compartiendo la distinción de capitán asistente junto con Jack Rullán, quien disputaba su cuarto mundial con la selección mayor.

Rullán ya había tenido la oportunidad de ser capitán en un mundial sub-20 en Queretaro y fue testigo del ambiente que vivió esta escuadra para poder llevarse la medalla en casa.

“Se sentía la preparación y confianza que teníamos al estar en el hielo”, mencionó Jack. “Ver a tus familiares y a tus amigos, te motiva de sobremanera”.

Como uno de los veteranos del equipo, De Anda quedó satisfecho por haber sido parte de un equipo que supo integrarse por un fin común y conseguir un resultado muy necesario para repuntar en la clasificación internacional.

“Hay ocasiones donde el grupo había estado muy separado por edades o posiciones”, dijo Alfonso. “Aquí el grupo se unió muy bien desde los chivatos hasta la gente de experiencia y se sacó el torneo”.

El triunfo conseguido por el equipo mexicano les otorga el ascenso a la División III A en el mundial del 2026 y los acerca de nuevo al lugar 40 en la lista de los mejores equipos de la IIHF.